Hoy celebramos un gran avance en nuestra lucha por el bienestar animal y el uso responsable de los espacios públicos. La Plaza de Toros de Cartagena, que durante tanto tiempo fue escenario de espectáculos de sangre y maltrato animal, ha dejado de serlo gracias a la prohibición de las corridas de toros aprobada en el Congreso.
Este logro representa una victoria no solo para los defensores de los derechos de los animales, sino también para toda la comunidad cartagenera. Hemos dado un paso firme hacia una sociedad más compasiva y consciente de la importancia de respetar todas las formas de vida.
La transformación de la Plaza de Toros abre nuevas oportunidades para que este espacio se convierta en un lugar útil y significativo para la vida. Imaginemos eventos culturales, deportivos y comunitarios que promuevan la integración, la creatividad y el bienestar de todos los ciudadanos. La Plaza tiene ahora el potencial de ser un símbolo de progreso y renovación.
Agradezco a todos los que han luchado incansablemente para que esta prohibición sea una realidad. Este es un triunfo compartido que nos motiva a seguir trabajando por un futuro más justo y respetuoso con nuestro entorno y los seres que lo habitan.
La Plaza de Toros será ahora un lugar donde florezcan nuevas ideas y proyectos que enriquezcan nuestra comunidad. Sigamos avanzando juntos hacia una Cartagena más humana y solidaria.