En octubre de 2024 presenté ante el Concejo de Cartagena un proyecto de acuerdo para
implementar el programa Basura Cero, una estrategia integral orientada a transformar la
gestión de los residuos sólidos mediante la reducción progresiva de su generación, el
fortalecimiento del reciclaje, la incorporación de tecnologías limpias y la dignificación del
trabajo de los recicladores de oficio, bajo un modelo de economía circular que disminuya el
enterramiento de residuos.

Sin embargo, pese a la relevancia de la iniciativa, la administración distrital optó por no darle
trámite, argumentando la inexistencia de un impacto fiscal definido y negándose a realizar los
ajustes presupuestales necesarios dentro del plan de desarrollo que permitieran su ejecución.
Más allá de los argumentos financieros, fue evidente la ausencia de voluntad institucional
para priorizar un cambio estructural en el modelo de gestión de residuos de la ciudad.

A pesar de ello, el Gobierno Nacional avanzó y en junio de 2025 expidió el Decreto 0670,
reglamentando el Programa Basura Cero dentro del Plan Nacional de Desarrollo, brindando a
los entes territoriales un marco normativo claro para su adopción. Cartagena lo necesita con
urgencia: según la CEPAL, cada habitante genera 1.23 kg de residuos sólidos diarios, muy
por encima de los promedios nacional y mundial, alcanzando 508.392 toneladas anuales, de
las cuales apenas el 1.6% es reciclado (SSPD).

Implementar un nuevo modelo de recolección y disposición de residuos como el programa
Basura Cero es fundamental, ya que en la ciudad gran parte de las basuras termina
acumulándose en canales, caños y drenajes pluviales, lo que obstruye el flujo de agua y
multiplica los riesgos de inundación durante las lluvias. Esta acumulación no solo genera
afectaciones directas por inundaciones, sino que también contamina ecosistemas estratégicos
como la Ciénaga de la Virgen, afectando su biodiversidad, su capacidad de regulación natural
y la calidad de vida de las comunidades que dependen de ella.

Por eso seguiré insistiendo en que Cartagena necesita implementar el programa Basura Cero.
Si no se asume un compromiso institucional serio para transformar el modelo de recolección
y disposición de residuos, la ciudad seguirá caminando hacia un colapso ambiental y seguirá
siendo un gran basurero a cielo abierto.