¡La situación de hambre en Cartagena es grave y no admite más dilaciones! Han pasado 18 meses y aunque se han hecho anuncios, diagnósticos y mesas técnicas, la realidad en los barrios sigue siendo la misma: niños acostándose sin comer, madres buscando cómo alimentar a sus familias, comunidades enteras sobreviviendo en la incertidumbre. La administración distrital debe actuar ya con eficiencia y rigor. Porque mientras se elaboran más planes y estrategias, hay gente que se está muriendo de hambre. Como concejal de Cartagena, no voy a callar ni a normalizar esta tragedia social. Mi llamado es firme: que la lucha contra el hambre sea prioridad real, no solo discurso.